Porque, como dice Vicente Molina Foix, en un precioso artículo que acabo de leer en papel del que todavía mancha un poco las manos, algunos todavía nos conformamos con poco. Nos conformamos "con comprar por menos de lo que cuestan un par de copas, bautizar con el nombre propio, anotar al margen, dedicar a veces, alinear en nuestra pequeña o grande biblioteca unas palabras impresas que no se apagan nunca, aunque eso sí, tienen la misma costumbre que sus dueños. Envejecen, y pueden un día dejar de vivir".
Artículo completo de Vicente Molina Foix en El PAÍS de hoy (3/12/2011):
El siglo XXV: Una hipótesis de lectura