miércoles, 25 de abril de 2012

Entre San Jorge y San Marcos

Representación de San Jorge en el folio 1 de un códice manuscrito del siglo XI
Códice 39(2) de la Real Academia de la Historia

En el santoral de la Iglesia católica San Marcos evangelista desplazó a las "Robigalia", fiestas romanas dedicadas al dios "Robigo", protector de las cosechas contra la roya o "robigo". Ver entrada sobre San Marcos en La Behetría

Unos días antes, el día 23 se conmemora la muerte de San Jorge, natural de Capadocia, fallecido en el año 303. Al igual que Santiago ayudaba a los castellanos en sus batallas contra los sarracenos, la tradición catalana cuenta que fue Sant Jordi quien ayudó al rey de Aragón Jaume I en la Batalla del Puig en 1237.
Tabla que representa a Sant Jordi en la Batalla del Puig de 1237, en la Catedral de Santa María de Valencia

San Jorge es el patrón de muchos lugares, entre otros Inglaterra, Portugal y Cataluña. También es el patrón de los Boy Scouts. En el año 1996 la UNESCO declaró este día como Día Internacional del Libro, ya que alrededor de esta fecha se conmemora el fallecimiento de Cervantes y de Shakespeare.


Cuenta la leyenda que en Capadocia -región que cambia de nombre según el lugar donde se explique- había un dragón que atacaba al reino. Muertos de miedo, los habitantes decidieron entregarle cada día dos corderos al dragón para satisfacer su hambre y que no atacase la villa. Pero cuando los animales empezaron a escasear se decidió enviar a una persona -escogida por sorteo- y un cordero. Aquella familia que veía cómo un miembro era devorado por el dragón recibía, a cambio, todo tipo de riquezas como compensación.

A partir de aquí, hay dos versiones de la leyenda: por un lado, que el pueblo se cansó de que ningún miembro de la familia real fuera enviado y que por tanto debía ser la princesa quien fuera devorada y, por otro, que un día fue la princesa la escogida por sorteo para acompañar al cordero. Sea como fuere, de camino hasta la cueva del dragón, la princesa se encontró al caballero Jorge y éste, matando al dragón clavándole su espada, la rescató. De la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nació una rosa roja que el caballero le entregó a la princesa.

El rey ofreció al caballero todas las riquezas a imaginar, pero él prefirió que se repartieran entre los habitantes del reino. Además, se construyó una iglesia en su nombre, de la cual brotaba un agua milagrosa que era capaz de curar a los enfermos.

Es por ello que en Cataluña y en partes de la Comunidad Valenciana es costumbre cada 23 de abril que los hombres regalen rosas a las mujeres, como si de un caballero y una princesa se trataran. Ellas les regalan un libro, recordando el enterramiento y fallecimiento respectivamente de dos grandes de la literatura: Cervantes y Shakespeare.

El nombre de Santurce o Santurtzi, en Bizkaia, proviene de la evolución romance y la contaminación del euskera de San Jorge, tal y como era denominado en latín en la Alta Edad Media. Esta denominación era extraña en el entorno, dado que no es normal encontrar en Bizkaia topónimos con este origen ni una especial relación con la figura de este santo. De hecho, se suele explicar desde la leyenda esta singularidad, atribuyéndose el origen del nombre de Santurtzi a algunos monjes ingleses asentados en la aldea que fundaron un monasterio dedicado a San Jorge. Sea como fuere, Santurtzi ha tenido como siempre como patrón a San Jorge y en su honor se celebran, desde tiempos antiquísimos, el 23 de abril las Fiestas de San Jorge.

También hubo una ermita, hoy desaparecida, dedicada a este santo en Salvatierra - Agurain (Álava). De su existencia queda constancia en el nombre de un barrio que celebra sus fiestas en honor de San Jorge.